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  Última edición del libro de Lama Djinpa:
        LA RE.EVOLUCIÓN BIO.CULURAL.ES


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  Entrevista a Lama Djinpa por Isabel Gemio

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  Recordamos la figura de Lama Djinpa

Recuperamos la presencia en Onda Cero de Lama Djinpa con motivo de su fallecimiento el pasado mes de mayo de 2017, un hombre distinto con el que charlamos en febrero de 2015 y cuya visión del mundo era diferente a la del resto del mundo. "Lo que motiva la enseñanza de Buda es la compasión", aseguraba entonces Djinpa.




  LA RE.EVOLUCIÓN BIO.CULURAL.ES - NUEVO LIBRO DE LAMA DJINPA
Un lama budista antisistema carga contra los gorilas 'neoliberales'

Publicado por: Diásporas Revista Fecha de publicación:
viernes, septiembre 05, 2014

Los próceres más piadosos del neoconservadurismo espiritual deberían irse a vomitar tres veces. Primero fue la monja Teresa Forcades (Barcelona, 1966) y ahora es un lama budista, antisistema e igualmente catalán -Borja de Arquer- quien arremete contra la injusticia y la codicia de los “banksters” a través de una obra filosófica de orientación política. Ambos son los arietes más visibles de una espiritualidad 3.0 tan comprometida con la trastienda incorpórea del ser humano como con el sufrimiento tangible “que provoca este sistema ineficiente y perverso”. 

“La devastadora actividad criminal de las multinacionales […] debería tipificarse en el código penal, al lado de los genocidios y los crímenes de lesa humanidad. […] A las empresas neoliberales les debemos, por ejemplo, la masiva emigración a las ciudades de la gente del campo y la condena a la miseria suburbial de los migrantes”, asegura el escritor budista Borja de Arquer. El lama Djinpa es catalán a todos los efectos, aunque nació en Donosti hace 77 años. Lo que sostiene en el ensayo aún inconcluso “La revolución biocultural” es que estamos presenciando la primera mutación consciente del ser humano. En su opinión, nos hallamos inmersos en un proceso de cambio social mediante el que es posible quebrar “la ignorancia etnocéntrica que justifica el egoísmo, la codicia, el engaño, la injusticia y la crueldad que devastan nuestro mundo”.

La llamada “revolución biocultural” (concepto que da título a su obra) es esencialmente la suma de los cambios personales de los distintos individuos. ¿Claro que en qué consiste dicha mutación? En el tránsito del mezquino individualismo racional a la solidaridad y el desapego. Este cambio al que el lama se refiere se encuentra, si no siempre inspirado, sí al menos respaldado por los preceptos budistas y su armónica visión de las relaciones humanas y la existencia. Para el budismo, la vida es sufrimiento y la principal fuente de sufrimiento es el deseo. Justamente por ello, el mejor modo de transcenderlo es aniquilarlo; aparcar las formas de vida sostenidas sobre el ansia materialista y plantarle cara a la desazón que provocan los anhelos. Carpe diem.

¿Y cuál es la transcendencia política de un planteamiento así? Lo que a la postre se describe es un cambio de abajo a arriba; una modificación individual de nuestras estructuras mentales que, en última instancia, cambiará también la sociedad y los preceptos sobre los que se sostienen nuestros ordenamientos políticos. Ni el cinismo ni la acumulación obscena de bienes tiene cabida en un mundo regido por ese modelo de relaciones que Borja de Arquer defiende.

“No nos interesa a donde apuntan los mercados, ni el crecimiento insostenible que justifica la explotación de los trabajadores, ni el producto nacional bruto en nombre del que se embrutece la vida de las personas”, asegura el lama Djinpa. “Lo que nos interesa, por encima de todo, es el capital de la felicidad”.

Desde mediados de agosto, Borja de Arquer se encuentra de retiro en el País Vasco, pero su residencia habitual está en el Pirineo, dentro del recinto boscoso de un templo budista del linaje shangpa situado en los aledaños de la población oscense de Graus. Retirado en una modesta casita, ha escrito su última obra filosófica de orientación política. “De la misma manera que se han de erradicar las causas de una enfermedad, han de ser erradicadas las causas de las guerras, las hambrunas, las deslocalizaciones masivas, y todo aquello que trastorna el equilibrio exterior e interior de las personas”, asegura. En su opinión, lo ocurrido en España es un ejemplo claro de la lógica brutal que inspira al neoliberalismo.

Al igual que otros autores de ascendiente budista, Borja de Arquer sostiene que buena parte de las perversiones de nuestra cultura son la consecuencia lógica del egocentrismo imperante. Considerando que este es la "némesis" de Buda, el "Darth Vader" del budismo, ¿qué mejor modo de combatir esa vertiente tecno-salvaje del ser humano que haciendo nuestras las nobles verdades del budismo?

“La primera opción que barajé para el subtítulo del libro era ‘el fin de la humanidad carnicera’. Pero después me sugirieron que lo reemplazara por algo más positivo y opté por el concepto del ‘ser sobreracional’" precisa. La obra del lama Djinpa ahonda en las diferencias existentes entre los seres racionales y estos nuevos individuos a los que él denomina “sobreracionales”. “Cuando uno descubre que el ‘yo’ es una ilusión y deja de idolatrarle, se libera de la confusión y se instala en un plano donde la felicidad es posible. El ser sobreracional transciende la codicia y abraza el altruismo. Si hay algo absolutamente opuesto al budismo, eso es el neoliberalismo y los gorilas afeitados que nos tienen sometidos. El mensaje de Buda es la solidaridad universal”.

No es la primera vez que un pensador budista trata de armonizar los preceptos de Buda con el deseo de transformación social. El propio Borja de Arquer –nacido en el seno de una familia de la alta burguesía catalana y educado en los preceptos del nacional-catolicismo- asegura que ha pasado su existencia entera “haciendo sin recursos la revolución”. “Lo que está sucediendo en España y en el mundo es simplemente intolerable. Asistimos a una dictadura en la que unos pocos imponen a la mayoría sus deseos y apetitos más espurios. ¿Pero sabe una cosa? En los frontispicios de todas las revoluciones debería esculpirse un lema que no todo el mundo acaba de entender: ‘El beneficio propio y el ajeno son inseparables’. El bien colectivo debería de primar sobre el privado. Tal y como dijo Sulak Sivaraksa, “existe una gran necesidad de cambio, y es hora de que la gente sea la prioridad. El único bien debería ser el bien común”.

Borja de Arquer tomó refugio en el budismo en 1977. Entre 1984 y 1988, completó el retiro tradicional shangpa-kagyu de tres años, tres meses y tres semanas en el monasterio normando de Vajradhara (nadie puede ser ordenado lama sin realizar el preceptivo retiro). Actualmente, imparte enseñanzas en diversos centros budistas y muy de tanto en tanto, interviene en programas de radio y televisión o en mesas redondas y seminarios. Sus sincréticos puntos de vista incorporan el humanismo de la izquierda progresista y las aspiraciones de armonía y equilibrio del budismo.

Desde octubre de 1998, de Arquer realiza retiro espiritual indefinido en la ermita Samten Tarchin Ling. Interrumpe sólo este retiro para dirigir cursos de meditación y prácticas espirituales. El original aún inconcluso de “La revolución biocultural” puede ser consultado a través de Internet y en su propia página de Facebook. Borja de Arquer es autor de varios libros más como "Introducción práctica al budismo" (2006) o “Guía para el viaje de la muerte" (2009).






  

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